Salir a conquistar mercado es algo a lo que las pymes argentinas no están acostumbradas y muchas veces le temen, especialmente en rubros como la gastronomía y alimentación. Sin embargo, cada vez más la cocina argentina logra posicionarse bajo el modelo de franquicias y pequeñas tiendas propias, generalmente de emprendedores que buscan nuevos desafíos fuera de las propias fronteras, o incluso por extranjeros que al volver a su país adoptan un producto como modelo de negocio, tal sucede hoy día con las empanadas argentinas Malvón, cuyas tiendas crecen cual videoclub o canchas de paddle por todo Madrid, y que es propiedad de un español que se enamoró de este producto en un viaje a Buenos Aires
Un caso de emprendedores que decidieron cruzar el atlántico y emprender es el de TITA de Buenos Aires, la marca de empanadas y postres argentinos que acaba de ingresar a la capital hispana con gran brío y que ya posee cuatro locales en lugares estratégicos de la ciudad, mientras prepara su modelo de franquicias para el próximo año.
Consultado a uno de sus propietarios, Marcelo Settimo, pertenecientes a una familia con más de 40 años en el rubro exquisiteces sobre su experiencia a la hora de incursionar en esta experiencia que lleva por nombre el de aquella morocha argentina, que se convirtiera en uno de los más grandes iconos populares de la cultura porteña, comenta sin dudar que bien planificada y elegida la locación y los costos, no han tenido mayores sobresaltos a la hora de desembarcar ya que el proceso ha sido similar al de una apertura en Argentina. “La aceptación fue muy buena, en nuestro caso habíamos evaluado y ajustado el modelo lo suficiente como para no tener que reconfigurarlo. Obviamente que tener el know how es una diferencia sustancial a la hora de evaluar los resultados, mucha gente se confunde justamente por ello, se piensa que como un producto funciona bien copiandolo estaría garantizado el exito”, afirma.
Según datos de la Asociación española de franquiciadores, 2.257,8 millones de euros es el importe total que facturaron en 2019 las cadenas de franquicias de gastronomía (excluidos restaurantes). De las 249 marcas identificadas, 7 pertenecen a Argentina mientras que 56 lo son de Francia.
A estos emprendedores el boom de empanadas no los asusta ya que consideran que pasado el auge, el producto competitivo es el que destacará. Asimismo, agrega al consultarle sobre la poca preferencia española por lo dulce: “es verdad que no tiene la misma participación en el mercado, pero ello no significa que no funcionen. Obviamente hay que saber identificar cuales son aquellos que más se adapten al gusto local”.
Razón no le falta: caminando por la capital puede uno encontrarse con infinidad de lugares donde los productos argentinos aparecen. El mercado es muy competitivo pero evidencia, especialmente pos pandemia, la necesidad de los españoles por nuevos sabores incluso en pastelería, donde la masa hojaldre y los churros son los omnipresentes protagonistas. Alfajores, pasta frola, helados, milanesas, ravioles. Cualquier alimento “argentinizable”, toma la posta en los letreros de restaurantes y tiendas de alimentación, lo que representa un potencial para aquellas empresas que buscan desarrollarse.
Quizá por ello, al consultarles sobre las recomendaciones en este camino, destaca: “Es indispensable trabajar bien el proceso de franquicias, en nuestro caso además de contar con asesoramiento especializado, estamos haciendo un trabajo de laboratorio sobre nuestras propias tiendas. Emprender en cualquier lugar del mundo no es sencillo, muchas veces se tiene la fantasía que afuera hay un mundo de oportunidades que nos están esperando. Eso funciona muy bien para motivarse y tomar la decisión pero el secreto aunque parezca obvio es trabajar duro y con humildad, sin creernos que como hacemos las cosas nosotros no las hace nadie. La constancia y evaluación de riesgos en lugar de la inmediatez evita dar lugar a frustraciones prematuras y reproches. En todo proceso de cambio el camino es ondulado, el secreto es poder ir lentamente acostumbrándose a las mismas y aceptarlas como parte del mismo”.